Diego Armando Maradona es el nombre del fútbol, considerado el mejor jugador de todos los tiempos, se caracterizó por poseer exquisita técnica, aderezada por su zurda mágica y temible dribleo. Siempre será recordado por su temple y gran liderazgo dentro del campo de juego, en la jornada que cumple 57 años, el futbolista que creció creyendo en grande.
“En un potrero forjó una zurda inmortal, con experiencia sedienta ambición de llegar. De cebollita soñaba jugar un Mundial y consagrarse en Primera, tal vez jugando pudiera a su familia ayudar…” dice parte de la letra de la música “La Mano de Dios”, la más representativa sobre la vida de Maradona, interpretada por el músico argentino Rodrigo.
“Diego sembró alegría en el pueblo, regó de gloria este suelo…”, recuerda en una parte la canción, haciendo referencia al Mundial conquistado junto a la Albiceleste en México 1986, donde Maradona capitaneó al equipo de Carlos Bilardo rumbo al segundo título ecuménico.
Maradona nació en Policlínico Evita de Lanús, criándose en la humilde Villa Fiorito. Si bien desarrolló su juego en un potrero denominado «Las Siete Canchitas», su primer contacto con el mundo del fútbol se produjo en el año 1969, cuando realizó la prueba para entrar en las divisiones inferiores del club Argentinos Juniors, cuna de grandes estrellas del fútbol argentino.
Rápidamente se transformó como figura del club, debutando en la Primera División argentina el 20 de octubre de 1976, a los 15 años de edad, considerado, en aquel entonces, como un jugador prodigio dentro de la esfera del balompié argentino.
“El entrenador le avisó a Maradona que ingresaría por Rubén Giacobetti: «Vaya, pibe. Juegue como usted sabe y, si puede, tire un caño», dicen que le dijo el DT al chico al que le faltaban diez días para cumplir 16 años. Con la camiseta 16 y su melena enrulada, Diego saltó al campo de juego. Y no iba a desobedecer la primera orden que le habían dado antes de debutar: en la primera pelota que le dieron, recibió de espaldas ante la marca de Juan Cabrera, amagó a salir para un lado y le tiró la pelota entre las piernas. Las poco más de 7 mil personas que había en el estadio (aunque hoy, a juzgar por la cantidad de fabuladores que dicen haber estado, deben haber sido cientos de miles) entendieron de entrada que la cosa venía en serio con ese chico”, reseña una parte de la biografía del ‘10’ sobre aquel momento.
-Su primer amor azul y amarillo-
Las ofertas comenzaron a tocar la puerta del enganche, pero él tenía la idea de permanecer en Argentina, en el club de su amor profeso: Boca Junior, que por ese entonces no pasaba por un buen momento económico, sin embargo, llegó a un acuerdo con el ‘Bicho’ para tener al 10 a préstamo.
A diferencia de su debut con Argentinos, esta vez se desquitó y, con dos goles suyos, Boca superó a Tallares por 4-1. El hincha de Boca no olvida la noche lluviosa en el estadio La Bombonera, en un superclásico ante River Plate, Maradona dejó en el suelo a Fillol y Tarantini con sucesivos amagues y gambetas, para anotar un precioso tanto que decoró un 3-0 frente al archirrival.
Conquistó un campeonato con el cuadro ‘Xeneixe’, donde regresaría en el 1995 para poner fin a su extensa etapa como jugador, antes pasó una temporada por el Newell’s Old Boys.
-Barcelona y Napoli-
En su mejor etapa como jugador fue contratado por el poderoso español FC Barcelona, donde enamoraría con su fútbol llena de gol y gambeta. El ‘Pelusa’, como se le conocía popularmente, llegó en 1982 al blaugrana procedente del Boca Juniors.
En el equipo catalán dejó algunos momentos de gloria, como el gol que marcó de vaselina al Estrella Roja en la Recopa 1982-83, o el tanto que anotó en el Santiago Bernabéu en la Copa de la Liga 1982-83, que arrancó los aplausos de los aficionados locales.
Pero sería en el Napoli italiano donde se catapultó como el mejor del mundo, al conquistar su única Copa de la UEFA en 1990, anotando 18 goles y repartir 14 asistencias en dicha temporada.
«Desde el primer momento que Maradona fue presentado en el Stadio San Paolo del Napoli el 5 de julio de 1984, fue como si el rebelde hubiese encontrado su causa y las masas a su mesías. Se presentaron 75 mil personas para saludarlo. Un periódico local escribió que Nápoles no tenía un ‘alcalde, casas, escuelas, autobuses, empleos o servicios de salubridad’ pero que nada de esto importa porque tenemos a Maradona», recuerda el medio Sport sobre la llegada del 10 a la ciudad italiana.
Además, fue el encargado de dar el primer ‘scudetto’ al conjunto celeste, hace 30 años.
-El gol del siglo y gloria con la Albiceleste-
Diego Maradona tocó el cielo con sus manos en el año 1986, en el Mundial de México, al elevar a la Argentina por segunda vez al trono mundial. ‘El Pelusa’ se erigió desde aquel momento como la bitácora del balompié argentino, rememorado con nostalgia su mejor gol, elegido por la FIFA como el mejor tanto de la historia de los mundiales: “El gol del Siglo”.
Minuto 55’, en una calurosa tarde mexicana del 22 de junio de 1986, en el mítico estadio Azteca y ante más de 114. 000 personas, el astro argentino Diego Armando Maradona marcaba el mejor gol de los mundiales, denominado “El Gol del Siglo”, en los cuartos de final ante Inglaterra.
Para apoderarse de esta anhelada meta, el equipo Albiceleste estuvo preparado, trazó su destino con orden táctico, rompiedo el molde ‘el barrilete cosmico’, logrando encaminar a sus compañeros en siete complicados juegos ante Corea del Sur (3-1), Italia (1-1), Bulgaria (2-0), Uruguay (1-0), Inglaterra (2-1), Bélgica (2-0) y Alemania Occidental (3-2), llevándolo así a su segundo cetro histórico después de 1978.
“Fue deseo de Dios, crecer y sobrevivir a la humilde expresión. Enfrentar la adversidad con afán de ganarse a cada paso la vida…”, volviendo a citar una estrofa de la canción entonada como himno por la afición argentina sobre su máximo ídolo, un futbolista de calidad notable nacido en la tierra de los mejores, y que siempre #Cree en Grande.
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