Jorge Luis Burruchaga, como jugador campeón del mundo con Argentina y de América con Independiente de Avellaneda. Como DT, entre sus logros se destaca que ascendió a primera división al club que lo vio nacer: el Arsenal de Sarandí. En esta charla que el “Burru” mantuvo con CONMEBOL.com recuerda sus inicios, analiza el presente del fútbol sudamericano y opina sobre la idea de utilizar la tarjeta blanca dentro del campo de juego.
Jorge Luis Burruchaga, como jugador campeón del mundo con Argentina y de América con Independiente de Avellaneda. Como DT, entre sus logros se destaca que ascendió a primera división al club que lo vio nacer: el Arsenal de Sarandí. En esta charla que el “Burru” mantuvo con CONMEBOL.com recuerda sus inicios, analiza el presente del fútbol sudamericano y opina sobre la idea de utilizar la tarjeta blanca dentro del campo de juego.
Fue jugador y DT del Arsenal de Sarandí, como técnico lo llevó a primera división. ¿Qué le recuerda hablar del Arsenal?
Grandísimos recuerdos porque yo me inicié ahí como futbolista, jugué mi primer partido allí. Entre 1979 hasta principios del 82, fueron años maravillosos. Y 20 años después, en el 2002 volver para dirigirlo estando también en la segunda división. Arsenal es de esos clubes que mantienen las raíces de por vida. En lo personal fue algo importantísimo el hecho de haber ascendido por primera vez en la historia a la primera división al club, y haber sido yo, dentro del cuerpo técnico, el que logró ese primer ascenso, con la gente que uno conoció y quería, ya que muchos de ellos nos sentíamos amigos, entonces la responsabilidad y la obligación de haber cumplido con ellos, y después de haber transitado por tres años más a primera, sin lugar a dudas fueron mis primeros pasos como entrenador fue maravilloso, además donde me sentía muy cómodo.
1983 y 1984, años dorados en su carrera profesional, ganó el campeonato argentino, la Copa Libertadores… ¿Qué rescata de esa época y en qué se diferencia con este presente del balompié sudamericano?
Yo de Arsenal voy a Independiente, que no era común que un jugador de segunda vaya a primera, más allá de las cercanías que había entre las familias. Mi paso a Independiente significó mucho, un gran Independiente, con grandísimos jugadores, Bochini, Marangoni, Trossero, Giusti, Clausen, Goyén y el paraguayo Carlitos Kiese. Para mi significó mucho, yo tenía 19 años y allí estaban esas figuras, era algo increíble, impensado y con éxitos tremendos por haber logrado, con el primer equipo, el primer campeonato en el año 83. Y jugar la Copa Libertadores… donde las copas de antes eran distintas a las de ahora, eran formatos distintos, eran muy peleadas, a nosotros nos tocó justamente la zona de cuatro, con el Luqueño y el Olimpia, donde tengo un gran recuerdo… Nunca olvido el partido de vuelta en Avellaneda, nosotros íbamos perdiendo 2-1 ante Olimpia, y el que ganaba pasaba a la otra ronda de tres, y damos vuelta un partido impresionante contra Olimpia 3-2, me toca convertir un penal en el minuto 84 que siempre recuerdo a Ever Almeida, lo tenía enfrente, estaba la tributa, era chiquito, no se me movía, pero lo convertimos y ganamos. Las copas de antes eran peleadas, había menos difusión, menos televisión, se jugaba de otra manera de lo que hoy es, fue mi primer gran logro internacional y encima me tocó por suerte marcar el gol en la final contra Gremio que nos dio el título, así es que esa fue la primera gran alegría.
¿Cómo vivió la victoria de Argentina sobre Alemania en el Mundial del 86? ¿Qué pesó más, la ansiedad por el dramatismo del partido o el gol que le dio la victoria a la Albiceleste?
Pesó sin lugar a dudas en la felicidad del sueño buscado de todo futbolista de jugar un mundial, de jugar por su selección, de representar a su país, llegar a la final a una selección que le costó mucho, un proceso que fue durísimo, jugar una final era una bendición de Dios, era el premio que habíamos buscado durante tanto tiempo. Pero salir campeón del mundo, y en lo personal, convertir un gol es lo más deseado que todo jugador busca, que añora y que lucha durante tantos años para poder estar en un mundial o en una selección. Hasta ahora me sigue siendo difícil describir en palabras lo que yo sentí en ese momento, que Argentina era campeona del mundo, por primera vez fuera del país y contra una gran potencia que era Alemania.
¿Qué consideración le merece esta iniciativa de la CONMEBOL sobre el análisis técnico de este Juventud de América?
Me parece una idea maravillosa, bárbara la idea de que la Confederación, a través de esta iniciativa de la nueva administración con la presidencia del Sr. Juan Ángel Napout, empezó a hacer esto, que yo digo que es algo necesario, algo que no se venía haciendo. Estoy muy agradecido por poder participar con mis colegas, creo que esta experiencia que uno puede volcar en los análisis de grupo, sirve para todos. El fin es que esto se aproveche desde el punto inicial que se ha dado y que pueda proseguir. En Europa se hace comúnmente, es muy bueno, porque a través de las nuevas autoridades, tenemos más de apertura, todo va cambiando, todo va evolucionando y se necesitan de informaciones.
¿Usted qué opina acerca de la hipotética idea de utilizar la tarjeta blanca en el fútbol?
Lo he leído. Yo creo que hay que analizarlas bien. En lo personal creo que en el fútbol se deberían buscar algunas mejorías, ya sea en las tarjetas blancas o en otras. Puede ser bueno, le puede dar variantes al juego. Como iniciativa no diga que sea mala ni buena. Pero tiene que tener un gran análisis, un gran estudio. Yo por ejemplo sigo reclamando que en el fútbol, sería interesante implementar un cuarto cambio, ya que tienes siete suplentes; porque el fútbol va variando mucho. Hay cosas que deberían modificarse, pero no la esencia del fútbol. Si algunas cosas pueden cambiarse para la mejoría del mismo fútbol yo creo que son bienvenidas pero hay que analizarlas bien.
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