El defensor uruguayo es el líder del equipo colchonero dentro de la cancha. Llegó en 2010 para convertirse en pieza clave de la mejor época del conjunto madrileño.
El defensor uruguayo es el líder del equipo colchonero dentro de la cancha. Llegó en 2010 para convertirse en pieza clave de la mejor época del conjunto madrileño.
Diego Godín es la extensión en el terreno de juego de Diego Pablo Simeone. Líder, valiente y sobretodo referente del equipo madrileño. Fue quien le devolvió la alegría a la sufrida afición colchonera gracias a un gol de cabeza en el Camp Nou en el último partido de la Liga Española de 2014 frente al Barcelona y le entregó a su equipo el título de liga después de 19 años sin celebrar.
El uruguayo que inició su carrera futbolística en el Defensor Sporting de su país tuvo que afrontar tristemente la decisión de sus padres de no volver a entrenar con el equipo violeta. Él, acostumbrado a ser un rival férreo para sus rivales, tuvo que gambetaer a sus papás para que echaran atrás en su firme decisión.
En las divisiones inferiores del Defensor Sporting, Godín se desempeñaba como delantero o volante de creación. Era bueno, pero no deslumbraba, así que abandonó la disciplina de ese equipo para seguir en busca de su sueño en un equipo más humilde como el Club Atlético Cerro. Williams Lemus entrenador de las divisiones juveniles del club le pidió jugar en la defensa, sobresalió y a los seis meses ya estaba a las órdenes de Gerardo Pelusso en el primer equipo y su sueño de ser jugador profesional estaba cada vez más cerca.
Todos los futbolistas uruguayos deben pasar por alguno de los dos equipos grandes del país para ser reconocidos en el mundo del fútbol. Nacional de Montevideo puso sus ojos en él y no desacertaron, se destacó tanto en el torneo local como en la Copa Libertadores. Lo que hizo que su convocatoria a la selección mayor no se hiciera esperar. Junto a Diego Lugano, mítico defensor de la celeste forjó su carácter dentro del campo de juego, juntos conformaron en su momento una de las parejas de centrales más sólidas y temibles del fútbol.
El gran paso al fútbol europeo para el Faraón, como le dicen en su tierra, llegó en 2007 al Villareal de España, que fue el equipo que apostó por él para que remplazara a otro gran defensor suramericano como el argentino Roberto Ayala que abandonó el equipo amarillo sin ni siquiera jugar un solo minuto. Buenos partidos y grandes rendimientos en el submarino amarillo y sobre todo en el Mundial de Sudafrica 2010 con Uruguay hicieron que el Cholo Simeone pusiera sus ojos en él y lo contratara para el proyecto que estaba iniciando en el Atlético de Madrid.
Simeone llegó al Atleti y le devolvió la gloria a la institución. Una Liga de España, una Copa del Rey y dos finales de Champions League hicieron de esta la mejor época del equipo colchonero. Con el Barcelona y el Real Madrid como dos potencias del fútbol mundial parecía que en España ningún otro equipo pudiera competirles, pero llegó Simeone al banco y Godín al campo y todo empezó a cambiar. El 28 de mayo estarán juntos en el estadio San Siro de Milán en la final de la Champions Legaue y buscarán seguir haciendo historia para levantar por primera vez para el equipo rojiblanco la tan esperada orejona.
Fuente: elespectador.com
