Desde su 1,96 metros de altura, el atacante uruguayo Felipe Avenatti abandonó por una noche su habitual papel secundario en la Celeste Sub-20 que disputa el Mundial en Turquía para acaparar los focos gracias a su gol a España (1-0) en los cuartos de final.

Por Diego REINARES

Hacía apenas cinco minutos que Avenatti había entrado en juego, en el 98 en el lugar de Sebastián Cristóforo, pero su efectividad fue casi instantánea.

Cuando todos estaban ya pensando en una probable tanda de penales, aprovechó su dominio del juego aéreo para adelantarse a todos y batir de cabeza al arquero español Rubén Yáñez, otro suplente, que entró en juego al inicio de la prolongación por la fractura del tabique nasal sufrida poco antes por Daniel Sotres al chocar con un poste.

Era el minuto 103 de partido y en los anteriores, Uruguay había pasado por sus peores momentos en el partido, acusando el fuerte desgaste físico y con los españoles inquietando cada vez más a un de nuevo inspirado Guillermo De Amores, clave también en esta importante victoria.

«En el vestuario todos están como locos. Ha sido una gran victoria. El partido fue muy nivelado y yo pude salir y poco después conseguir el gol, ha sido espectacular», dijo a la AFP al término del partido.

Tímido desde sus casi dos metros de altura y muy amable con todos, consiguió desatascar un partido que se había complicado y en el que la estrella goleadora habitual, Nicolás López, estaba muy controlado por los defensores españoles, que estaban sobre aviso del talento del jugador de la Roma.

El acierto de Avenatti pilló por sorpresa a los españoles y el seleccionador de la Rojita, Julen Lopetegui, apuntó a él y su altura como la clave para la victoria uruguaya, en un partido donde consideró que sus muchachos hicieron méritos para tener mejor suerte.

«Hemos hecho muchos méritos para haber ganado. Pero ellos en un córner muy bien sacado, con un jugador muy alto, nos han marcado cuando mejor estábamos», estimó el técnico español.

Avenatti no había jugado los dos últimos partidos, pero sí había estado en los otros dos que el equipo había jugado en Bursa, los dos primeros. Fue titular en el debut con derrota ante Croacia (1-0) y luego jugó la segunda mitad en la victoria 2-0 sobre Nueva Zelanda.

A sus 20 años, es uno de los jugadores más experimentados y debutó en la primera uruguaya en febrero de 2012, defendiendo los colores del River Plate de su país contra Nacional.

La victoria sobre los españoles coloca a Uruguay en semifinales por primera vez en catorce años, desde Nigeria-1999, y deja al país a un paso de disputar su segunda final, después de la de Malasia-1997, donde cayó ante Argentina.