Aquel jueves 24 de octubre de 1985 quedará por siempre en la galería de los grandes momentos de la Copa Libertadores, porque Argentinos Juniors, dueño de una manera irrenunciable de sentir y vivir el fútbol, se consagró campeón de la Copa Libertadores, haciendo honor a esa historia. Su historia.
Semillero de grandes valores a lo largo de muchas generaciones, baste simplemente mencionar a Diego Armando Maradona, como la luz más fulgurante de un cielo plagado de estrellas. Y el humilde equipo del barrio porteño de La Paternal, pudo gritar a todo el continente, que era el mejor de América.
Tras haber sido campeón del torneo local a fines de 1984, debió esperar siete meses para hacer su debut absoluto en el máximo torneo de la región, porque se aguardó el fin de las eliminatorias para el inicio de un grupo exigente que compartió con Ferro Carril Oeste, Fluminense y Vasco da Gama, en épocas donde solo el primero de la zona avanzaba.
Comenzó mal, perdiendo con Ferro 1-0, pero inmediatamente se recuperó con dos inolvidables triunfos en tierras brasileñas: 2-1 a Vasco da Gama en Sao Januario y 1-0 a Flamengo en el venerado Maracaná con gol de Miguel Ángel Lemme. Compartió el primer lugar del grupo con el otro equipo argentino y debió disputar un partido desempate, tal como lo indicaba el reglamento. Y fue una clara victoria en cancha de Vélez Sarsfield 3-1 con dos conquistas de Claudio Borghi y una de Carlos Ereros, revirtiendo un score adverso, ya que su rival se había puesto en ventaja por intermedio de Oscar Garré.
El grupo semifinal lo compartió con Blooming e Independiente, que era un gran cuadro y el campeón defensor. Se llegó al último partido con ambos igualados en cuatro puntos, pero con una pequeña ventaja en goles para los “rojos” de Avellaneda, que eran locales, por lo que el empate beneficiaba a éstos para llegar a la ansiada final. Aquella noche del jueves 10 de octubre de 1985, ingresó para siempre en el selecto grupo de partidos inolvidables del fútbol argentino y de América. Fueron dos rivales que se atacaron durante todo el desarrollo del match, con figuras deslumbrantes como Claudio Marangoni y Ricardo Bochini en los locales y Claudio Borghi y el arquero Enrique Vidallé en la visita.
En cinco minutos, Argentinos se puso 2-0 por los goles de Mario Hernán Videla y José “pepe” Castro, pero enseguida descontó José Percudani, para darle al resultado una incertidumbre fabulosa, que se mantuvo permanentemente. Todo se potenció cuando a los 89 el juez Carlos Espósito sancionó un penal para Independiente. Marangoni remató al medio y Vidallé se recibió de héroe al contener el remate y clasificar a los “bichos colorados” al partido decisivo ante América de Cali.
La primera final fue el 17 de octubre en Buenos Aires, en el estadio monumental de River Plate, con triunfo de los locales por 1-0 anotado por Emilio Nicolás Commisso de cabeza. Cinco días más tarde, el elenco caleño se impuso por el mismo score (anotación del genial Willington Ortíz), dejando toda la definición para el tercer partido, a disputarse tan solo 48 horas más tarde en Asunción.
Argentinos llegó diezmado y no pudo contar con sus dos punteros (“pepe” Castro y Carlos Ereros), hecho que llevó al entrenador José Yudica a realizar cambios estratégicos, como sacar a Jorge Olguín de la defensa y sumarlo a la mitad del campo por su buen manejo, para asociarlo con Videla, Commisso y Corsi, quienes debían abastecer al talentoso Claudio Borghi, única referencia concreta en ofensiva.
Fue el infatigable Commisso quien abrió el score, pero sobre el cierre de la primera etapa, Ricardo Gareca igualó de cabeza. No se pudieron sacar ventajas ni siquiera en el tiempo extra y la copa debía esperar a su nuevo dueño tras la definición por penales. Comenzó América y la efectividad fue perfecta en los primeros ocho: Gareca, Olguín, Cabañas, Batista, Herrera, Pavoni, Soto y Borghi. El último de la serie para los colombianos estuvo en los pies de De Ávila, quien remató fuerte a la derecha de Vidallé, quien se arrojó hacia allí como en los otros cuatro disparos y lo desvió.
El árbitro chileno Hernán Silva se equivocó y dio por terminado el match, sin tener en cuenta que a Argentinos le restaba uno y que el escore estaba 4-4. Pasaron varios minutos de charlas y de intentar despejar el campo de juego de los intrusos que ya habían ingresado para el festejo. Con su clásica serenidad, Mario Videla ubicó la pelota y tras una corta carrera, la colocó abajo y a la izquierda de Falcioni. Ahora así, Argentinos Juniors, ahora si podías gritar campeón de América. Un merecido premio a un fantástico equipo, que llenó la Copa Libertadores, de toque, magia y calidad.
Formaciones del último partido.
Argentinos Juniors: Enrique Vidallé; Carmelo Villalba (Carlos Mayor), José Pavoni, Jorge Pellegrini (Miguel Lemme), Adrián Domenech; Jorge Olguín, Sergio Batista; Mario Videla, Renato Corsi, Emilio Commisso; Claudio Borghi. DT: José Yudica.
América de Cali: Julio Falcioni; Hugo Valencia, Gonzalo Soto, Henry Viáfara, Gabriel Chaparro; Pedro Sarmiento, González Aquino, Roberto Cabañas; Willington Ortíz (Antonhy De Ávila), Ricardo Gareca, Juan Battaglia (Hernán Herrera). DT: Gabriel Ochoa Uribe.
Eduardo Bolaños – CONMEBOL.com