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Una muy buena noticia: los “N°10” están de regreso

Hubo una época en la historia del fútbol -tampoco hace tanto tiempo pero todavía la numeración en equipos y selecciones era siempre del 1 al 11- en que cuando un equipo entraba a la cancha la gente buscaba al número 10. Sin duda, la Copa América Chile 2015, un torneo magnífico dentro y fuera de las canchas, nos dejó una grata noticia: los “N° 10” están de vuelta.  

Hubo una época en la historia del fútbol -tampoco hace tanto tiempo pero todavía la numeración en equipos y selecciones era siempre del 1 al 11- en que cuando un equipo entraba a la cancha la gente buscaba al número 10.

Había un motivo para ello. “El 10” era el talentoso, el distinto, el director de orquesta, el definidor de partidos. Y tanto era el respeto a ese número que ni siquiera en un torneo de barrio o de colegio o de solteros contra casados le dejaban usar la camiseta número 10 a uno que no reuniera los suficientes requisitos. A nivel amateur, en aquellos equipos que no tenían director técnico, eran los mismos integrantes del equipo los que decidían quién iba a usar “la 10”.

Con el correr de los años el fútbol permitió algo que fue pagando caro: que cualquiera pudiera usar “la 10”. La numeración en el fútbol pasó a segundo plano y un lateral podía ser el 23, un centrodelantero el 45 o un puntero el 99. Ya la numeración había dejado de definir una posición en el campo. Sin embargo, ninguna posición ni camiseta tenía la importancia, la magia, que tenía “la 10”…y empezó a usarla cualquiera, aunque fuera un “tronco”, como se les dice en la mayoría de los países sudamericanos, a aquellos jugadores corredores, metedores, luchadores pero que con la pelota en los pies se enredan solos y no pueden hacer un pase de más de tres metros lineales. ¡Ni pedirles un cambio de frente, un pase de 30 metros, un toque con cara externa, un “túnel”, un “caño”, un “sombrero” o simplemente poner la pelota bajo la suela y tomarse un tiempo para decidir qué hacer!.

Así, “la 10” pasó a ser una camiseta más. Es más, un equipo podría entrar a la cancha sin número 10 porque el 10 era suplente. Un verdadero sacrilegio.

DE LA CASUALIDAD A LA CAUSALIDAD

Fue, sin duda, Pelé el que le dio al número 10 el aura que ostentó.

Con 17 años, Pelé usó en el mundial de Suecia/1958 esa camiseta que, sin embargo, no era la de él ni la de nadie porque cuenta la historia, con algunas variaciones propias de toda historia o anécdota, que en realidad lo que ocurrió fue que Brasil había llevado al mundial camisetas sin numeración y que ya en la sede mundialista debió ponerle número a sus casacas.

¿Cómo se distribuyeron los números?¿Quién fue el encargado de ponerle los números a las camisetas? Son puntos que no se saben a ciencia cierta, lo cierto es que a Pelé le tocó “la 10” y allí comenzó todo.

 

Cara externa, freno, enganche. Messi y toda su jerarquía.

Otra casualidad positiva se dio en el mundial de Argentina /78 cuando la selección local utilizó el sistema de poner los números de las camisetas de acuerdo al orden alfabético de sus jugadores. Norberto Alonso, por ejemplo, que bien hubiese podido ser el 10 de Argentina ya que lo era en River Plate, su club, fue el número 1 y Ubaldo Fillol, el arquero, fue número 5. El sistema, sin embargo, sirvió para que “la 10” fuese para Mario Kempes y todos sabemos lo que fue Kempes en ese mundial. “La 10” estuvo en buenas manos…o en buenos pies.

A partir de Pelé “la 10” ya fue para los elegidos, para los diferentes. Maradona Valderrama, Alonso, Zico, Rivelino, Ronaldinho Gaúcho, Teófilo Cubillas y siguen las firmas. Tipos de ese nivel.

ESTÁN DE VUELTA

Puede que haya sido una simple coincidencia, linda por cierto, o puede que ellos hayan querido usar esa camiseta ya que hoy en día muchos técnicos consultan con sus jugadores si es que prefieren algún número en particular. Lo cierto, lo concreto, lo que se vio es que  los “N°10”,  los viejos y añorados “enganches” están de regreso, al menos en Sudamérica, continente que siempre se ha destacado por la inventiva, por la fantasía, por la exquisitez de sus jugadores y con mayor razón de sus números 10.

Una postal, un sello de Valdivia. Pelota pegada al pie, cabeza levantada.

Es verdad que, por un motivo u otro, no todos alcanzaron su mayor brillo en esta copa, pero eso es un detalle y estamos seguros que la parte más específica, el análisis más detallado del rendimiento de cada uno de estos jugadores así como de otros y de las selecciones, en lo colectivo, se verá en el trabajo final que presentará el GET( Grupo de Estudio Técnico) de la CONMEBOL, un grupo de destacados directores técnicos sudamericanos que ha seguido el desarrollo de la Copa América Chile 2015, partido a partido, selección por selección.

James y la salida limpia hacia su perfil más apto.

A estos profesores, entonces, les dejamos el citado análisis. Desde conmebol.com simplemente queríamos rendir el homenaje a una posición y a una manera de jugar que siempre ha identificado a Sudamérica y cuya bandera hoy, entre otros, la llevan con calidad y jerarquía Jorge Valdivia, Neymar, James Rodríguez y Lionel Messi.

¿No se puede?, sí se puede. Neymar encuentra el hueco y pasa entre dos rivales.

Sin duda, la Copa América Chile 2015, un torneo magnífico dentro y fuera de las canchas, nos dejó una grata noticia: los “N° 10” están de vuelta.  

Robert Singer/conmebol.com

Diseño: RS/conmebol.com

Fotos: AFP

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